Respuesta a preguntas de la gripe porcina por la OMS

| martes, 28 de abril de 2009




¿Qué es la gripe porcina?

La gripe porcina es una infección respiratoria aguda y muy contagiosa de los cerdos, causada por alguno de los varios virus gripales de tipo A de esa especie. La morbilidad suele ser alta, y la mortalidad baja (1%-4%). El virus se transmite entre los cerdos a través de aerosoles, por contacto directo o indirecto, y a través de cerdos portadores asintomáticos. Durante todo el año se producen brotes en esos animales, pero la incidencia es mayor en otoño e invierno en las zonas templadas. Muchos países vacunan sistemáticamente a sus cabañas de cerdos contra la gripe porcina.

Los virus de la gripe porcina son en su mayoría del subtipo H1N1, pero también circulan entre los cerdos otros subtipos, como H1N2, H3N1 y H3N2. Estos animales pueden verse infectados asimismo por virus de la gripe aviar y por los virus gripales estacionales que afectan al hombre. Se cree que el virus porcino H3N2 procede del ser humano. A veces los cerdos se ven infectados simultáneamente por más de un tipo de virus, lo que permite a éstos intercambiar genes. El resultado puede ser un virus gripal con genes de diversa procedencia, lo que se llama un virus “reagrupado”. Aunque los virus de la gripe porcina son normalmente específicos de esa especie, en ocasiones saltan la barrera interespecies y provocan la enfermedad en el hombre.


¿Cómo afecta a la salud humana?
Se han notificado ocasionalmente brotes y casos esporádicos de infección humana por el virus de la gripe procina. En general los síntomas clínicos son similares a los de la gripe estacional, pero las manifestaciones clínicas son muy variables, desde una infección asintomática hasta una neumonía grave que mata al paciente.

Como las manifestaciones clínicas habituales de la gripe porcina en el hombre se asemejan a las de la gripe estacional y de otras infecciones agudas de las vías respiratorias superiores, la mayoría de los casos se han detectado casualmente mediante los sistemas de vigilancia de la gripe estacional. Muchos casos leves o asintomáticos pueden haber pasado desapercibidos; así pues, se desconoce hasta qué punto está extendida la enfermedad en el ser humano.


¿Dónde se han producido casos humanos?
Desde que se empezó a aplicar el RSI(2005)1 en 2007, se han declarado a la OMS casos de gripe porcina registrados en los Estados Unidos y en España.


¿Cómo se contagia la enfermedad?
Normalmente la gente se contagia a partir de cerdos infectados, pero algunos casos humanos carecen de antecedentes de contacto con esos animales o con entornos en que los haya habido. Ha habido casos de transmisión entre personas, pero limitados a contactos cercanos y a grupos cerrados de personas.


¿Se puede comer carne y productos de cerdo?
Sí. No hay datos que demuestren que la gripe porcina pueda transmitirse al hombre a través de la carne de cerdo u otros productos derivados de éste que se hayan manejado y preparado adecuadamente. El virus de la gripe porcina se destruye a temperaturas de 70 ºC, lo que corresponde a las condiciones generalmente recomendadas para cocinar la carne de cerdo y otras carnes.


¿En qué países se han declarado brotes en la cabaña porcina?
La gripe porcina no es una enfermedad de declaración obligatoria a las autoridades internacionales de sanidad animal (OIE, www.oie.int), por lo que se desconoce su distribución internacional entre los animales. La enfermedad se considera endémica en los Estados Unidos. Se sabe también que se han registrado brotes en América del Norte, América del Sur, Europa (incluidos el Reino Unido, Suecia e Italia), África (Kenya) y zonas de Asia oriental, incluidos China y Japón.


¿Existe un riesgo de pandemia?
Probablemente la mayoría de las personas, no habiendo estado en contacto regular con cerdos, carecen de la inmunidad necesaria para prevenir la infección. Si un virus porcino consigue transmitirse eficientemente de persona a persona, puede causar una pandemia de gripe. El impacto de una pandemia causada por un virus de esa naturaleza es difícil de predecir: dependerá de su virulencia, de la inmunidad ya existente en la población, de la protección cruzada conferida por los anticuerpos producidos en respuesta a gripes estacionales y de factores propios del huésped.


¿Hay alguna vacuna para el hombre que proteja de la gripe porcina?
No hay ninguna vacuna para evitar que el actual virus de la gripe porcina cause la enfermedad en el ser humano. No se sabe si las actuales vacunas estacionales confieren algún grado de protección. Los virus gripales cambian muy rápidamente. Es importante desarrollar una vacuna contra la cepa del virus actualmente circulante, para que confiera la máxima protección a las personas vacunadas. De ahí la necesidad de que la OMS pueda acceder al máximo número de virus posible, y seleccionar así los virus vacunales candidatos más apropiados.


¿Qué medicamentos hay disponibles como tratamiento?
En algunos países se dispone de antivíricos contra la gripe estacional, y esos medicamentos permiten prevenir y tratar eficazmente la enfermedad. Hay dos tipos de fármacos: los adamantanos (amantadina y rimantadina) y los inhibidores de la neuraminidasa (oseltamivir y zanamivir).

La mayoría de los casos de gripe porcina notificados anteriormente corresponden a pacientes que se recuperaron plenamente de la enfermedad sin necesidad de atención médica y sin recibir antivíricos.

Algunos virus gripales desarrollan resistencia a los medicamentos antivíricos, limitando la eficacia de la quimioprofilaxis y el tratamiento. Los virus obtenidos a partir de los casos humanos recientes de gripe porcina registrados en los Estados Unidos eran sensibles al oseltamivir y el zanamivir, pero resistentes a la amantadina y la rimantadina.

No se dispone de información suficiente para formular recomendación alguna acerca del uso de antivíricos para la prevención y el tratamiento de la infección por el virus de la gripe porcina. Los médicos han de tomar sus decisiones al respecto considerando las manifestaciones clínicas y la epidemiología de la enfermedad, así como las ventajas y los inconvenientes de la profilaxis y el tratamiento para el paciente. Ante el brote que se ha declarado en los Estados Unidos y en México, las autoridades nacionales y locales están recomendando utilizar oseltamivir o zanamivir como tratamiento y prevención de la enfermedad en función del perfil de sensibilidad del virus.


Opinión personal de "Mi hermano Étiene" de Óscar Esquivias

| martes, 14 de abril de 2009

Aparentemente es un libro normal, la portada no dice mucho de él (tan solo sale una ventana con unas rejillas), y tras leer la breve sinopsis, a uno le entran las dudas, de si este libro podrá entretenerte y aún más importante, si no va a acabar cansándote.

Es cierto que al principio cuando todavía estas empezando a leerte el libro, tienes la sensación de que va a ser un “tostón”, no hay más que saber que trata la revolución francesa como tema de fondo, que refleja la forma de vida y las diferencias que aún existían entre las clases sociales, a pesar de la revolución y que para colmo acababa de hacer un examen de historia de la misma temática hace unas semanas.

Está claro que no empecé a leer el libro con mucho entusiasmo, a pesar de que tuviera mucho tiempo para poder leerlo, pero ahora que ya lo he leído, me arrepiento de haberlo tenido unas semanas después de haberlo comprado en la estantería de mi habitación “criando polvo”.

Tengo que decir que el libro no me empezó a gustar nada más que empezara a leer, tardé un tiempo en meterme en la piel de Roch, el niño protagonista, y narrador de la historia, de hecho no me empezó a gustar la trama y el argumento del libro hasta el capítulo tercero.

Sinceramente, el libro me ha gustado bastante, no solo por el argumento que tiene, que no está mal, sino por todo lo que le rodea, como es la situación en ese momento de la revolución francesa y la mentalidad que tenían en esa época las personas, que quizás me haya ayudado a comprender mejor el tema de la revolución francesa

Por supuesto, le recomiendo el libro a todo el mundo, y considero este apto para cualquier lector, sin importar la edad, ya que creo que no se necesitan años para entender el libro, sino más bien la voluntad de querer pasar un buen rato leyéndolo.

Y como diría el abuelo de Roch, ¡Nequáquan!, no se os ocurra comprar el libro.